Con el lema «La alegría del Evangelio de la Familia», el pasado domingo, 28 de diciembre, se celebró la Jornada de la Sagrada Familia. El Santuario del Rocío acogió a centenares de familias que participaron de la Eucaristía presidida por nuestro Obispo, José Vilaplana Blasco que, en su homilía, se mostró muy cercano al sufrimiento de las familias rotas o desestructuradas, víctimas de la enfermedad o de la pobreza y tuvo un especial recuerdo para las familias perseguidas, como es el caso de las familias cristianas que viven en Oriente Medio. La colecta de la Misa se destinó íntegramente a la Iglesia necesitada en Irak.
Además, se vivió un momento muy emotivo cuando varios matrimonios renovaron su compromiso en sus Bodas de Plata y Oro. La Delegación Diocesana para la Familia ha querido agradecer la acogida y hospitalidad que dispensaron la Parroquia de Almonte, sus Párrocos, la Hermandad Matriz y toda su Junta de Gobierno.